hago una pausa y cierro los ojos y te veo bailar
sos una canción de devendra de esas que
te acarician como quedándose
como dejándose ser otra cosa que es eso
que necesitás que se te ocurre que te envuelve
y te hace reir extrañando todo lo que no cabe
debajo de tu piel
no puedo evitar oler mi nombre y saber
que estás ahí que no creés que te escondés
y que te tengo que traer hasta lo nuestro
me gusta sentir que pasás por mí
como otra canción y como los pretéritos gastados
sos la luna vieja las sábanas rosas que dejé de usar
el último acorde el suave el diminuto
la cadencia de mi propia vida en llamas y el café
que tomo a la mañana cuando todo tiene
que ser iniciado
vos me enseñaste mucho de mí y yo sé
que soy buena para conocerte y desgajar
esas manías extrañas esos origami de energía que ves
y se filtran por tus palmas allá arriba
a la altura de tus ojos a la altura
de lo que quiero descubrir y no tengo
a la altura de mi espera de mi desvelo
sos un diversión de tinta en tiempos destrozados
no doy la hora pero doy con tus eclipses:
hallo tus oscuridades y las hago propias
las desato en mi pecho y se vuelven apenas un bollito
de miel de colores de emociones fundadas
en el abrazo que se da a los siete a los treinta y a los cien
me atrapó la vida y no quiero salir
quiero ahogarme en el pálpito de todas las personas
ahogarme entre la gente y que me encuentres ahí
descarrilada sola orgullosa y feliz
feliz de tocar el fuego el agua y el aire
feliz de tocar el mundo y que tenga la forma de tus manos